RESEÑA REVISTA GRANTA EN ESPAÑOL Los mejores narradores jóvenes en español Esta
es la reseña del número 23 de la REVISTA GRANTA EN ESPAÑOL, dedicado a los
mejores narradores jóvenes en español. La revista tiene formato de libro y
contiene la contribución de 25 narradores, 11 mujeres y 14 hombres. Todos los
seleccionados son escritores que ya tienen obras publicadas, al menos una
colección de relatos o una o dos novelas y son colaboradores en otras revistas.
Los autores son de distintos países: España, Latinoamérica (México, Argentina,
Cuba, etc) y también hay un autor de Guinea Ecuatorial.
La extensión de los relatos va desde las 9 páginas de los más breves hasta las 20 páginas que tiene
el último “Oda a Cristina Morales” y creo que es el más largo. Los temas
tratados son muy variados, aunque en varios se trata el tema de la familia, la
pérdida de un ser querido. En varios se introduce la perspectiva de género
(incluso se llega a hablar de “niñes”) y el feminismo. Alguno tiene
ilustraciones o incluso uno incluye un código QR. También hay algunos
futuristas.
La introducción de la revista está escrita por la editora de la
misma Valerie Miles, y nos comenta cómo ha sido el proceso de selección de
relatos y que varios autores no pudieron entrar en la selección de la revista
por diversas razones. Cada narración va precedida de una breve biografía de cada
autor o autora, incluyendo una fotografía. La valoración general de esta lectura
es muy buena, me ha permitido descubrir muchos escritores que eran completamente
desconocidos para mí y la mayoría de los relatos son lecturas que te hacen
reflexionar. Voy a comentar cada uno de los relatos haciendo un breve resumen y
mi valoración. He tenido que ir tomando notas porque ha sido una tarea más
compleja que leer una novela. No comento sobre los autores ya que las biografías
que incluye la revista son muy completas.
1) Inti Raymi, de Mónica Ojeda (Ecuador, 1988). En el relato un grupo de niños tienen un encuentro con un ser
fantástico demoniaco, que les asusta. Esto se produce en el contexto de una
fiesta rural americana. Este cuento parece ser parte de una novela y no le he
sacado mucho jugo.
2) Juancho, baile, de José Ardila (Colombia, 1985). En un barrio conocido como Calle Estrecha vive un chico llamado Juancho, con su tía y
su abuela. El chico tiene algún retraso cognitivo y los demás niños y vecinos
del barrio le toman como el tonto del pueblo. Cuando le dice “Juancho, baile”,
Juancho deja cualquier cosa que esté haciendo y se pone a bailar. La narración
muestra toda la crueldad del trato que le dan prácticamente todos al pobre
chaval. El relato me ha guastado. La historia está muy bien narrada y es una
historia completa. 3) Buda Flaite, de Paulina Flores (Chile, 1988). El relato es
el comienzo de una novela de la autora. Después de su lectura te quedas a
medias. Trata sobre un preadolescente que recorre varios centros de
internamiento para menores hasta que se escapa del último. Bueno, simplemente
pide permiso para salir y luego no vuelve. Aprovecha el permiso para robar un
iPhone. La autora nos dice que este preadolescente es de género “binario”. Trata
sobre la perspectiva de género. Habla de “niñes”. Usa a posta jerga chilena y
luego dedica dos páginas fuera del relato para explicarnos esta jerga. También
habla sobre la monarquía genocida y el capitalismo colonial para referirse al
periodo de cuando gobernaba la corona de España. En mi opinión mezcla tal
cantidad de temas típicos de la progresía actual que el núcleo de la narración
se difumina. 4) El niño dengue, de Michel Nieva (Argentina, 1988). Historia de
tipo futurista y de terror en una Argentina cuya extensión se ha reducido y la
Patagonia se ha inundado y se ha convertido en un archipiélago. Una mujer es
violada por un insecto y engendra una criatura que en lugar de un niño es un
insecto. En lugar de orejas tiene antenas. El niño, o mejor dicho niña es capaz
de dar picotazos. Se trata también un relato sobre identidad de género. Me ha
gustado El niño dengue. 5) Cápsula, de Mateo García Elizondo (México, 1987). Es
otro relato futurista. A un preso le condenan y tiene que cumplir su condena en
un nuevo sistema penitenciario, que consiste en meterlo en una cápsula monoplaza
y hacerlo vagar por el espacio interestelar. Se recoge la vida que realiza el
preso en la cápsula y los sentimientos que le pasan por la mente. Me ha gustado
el relato. 6) Deshabitantes, de Gonzalo Baz (Uruguay, 1985). Historia de un
barrio marginal de Montevideo. Un chico hace amistas con una vecina del barrio
Eve, que le cuenta las historias del barrio. Se ven por las azoteas. Es un
relato interesante. , bello, poético y evocador sobre el amor, la familia y la
soledad. 7) Reinos, de Miluska Benavides (Perú, 1986). Este texto es parte de la
novela Hechos. Es la historia de una explotación minera en San Juan de Marcona.
Se produce una explosión y Juan Bautista pierde una pierna. Nos cuenta los
orígenes de Juan y cómo esa explosión era como un presentimiento. Este relato
tiene características del realismo mágico. Habrá que leer la novela para dar una
opinión más objetiva. 8) Viajeras bajo la marquesina, de Eudris Planche Savón
(Cuba, 1985). Trata sobre dos chicas viajeras que comparten su gusto literario
por el libro de Katherine Mansfield, “Garden Party”. Mientras esperan a la
salida de su tren comen galletas. No he entendido el texto ya que se precisan
lecturas o conocimientos previos. No me ha gustado. 9) Insomnio de las estatuas,
de David Aliaga (España, 1989). El relato cuenta que a un escritor barcelonés y
del Barsa acude al Salón del libro de Montreal como invitado y al reunirse con
otros congresistas cuenta sus orígenes, a qué se dedica, en qué trabaja. Incluso
les comenta su origen judío y sus estudios sobre el tema. Me ha gustado su
lectura. 10) Mar de piedra, de Aura García-Junco (México, 1988). También es el
primer capítulo de una novela. Trata sobre una profesora Sofía y una de sus
alumnas Ulani que son pareja. Otro personaje es Eloísa compañera de estudios de
Sofia que desapareció hace tiempo y ahora hay una estatua con su figura. Como es
el primer capítulo de una novela habrá que estar a ver el resultado completo. Me
costó adivinar que Ulani era una mujer. 11) Nuestra casa sin ventanas, de Martín
Felipe Castagnet. (Argentina, 1986). Una escultora llamada “Eúfrates” se prepara
para cuando ya no esté. Encarga una lápida. Además, tiene que entregar un anillo
a otro artista, ya que son las condiciones del premio que representa el anillo.
Lo de Eúfrates proviene de que la escultora era un hombre que se sometió a
cambio de sexo. La escultora lega el anillo a su rival artística. Otro relato
que trata sobre la identidad de género. La historia se lee bien. 12) Ruinas al
revés, de Carlos Fonseca, (Costa Rica, Puerto Rico, 1987). A un historiador le
envían unas cajas con documentación sobre las sesiones de psicoanálisis de un
arquitecto austriaco que se estableció en Puerto Rico. El arquitecto iba a
terapia porque tenía pesadillas en la que los edificios que diseñaba de día
colapsaban. Más que un relato de ficción es una biografía sobre el arquitecto
modernista, mostrando parte de sus apreciadas obras. Me ha gustado. El relato
incluye varios bocetos de estas obras. 13) Anillos de Borromeo, de Andrea
Chapela (México, 1990). Otro relato enmarcado en un mundo donde se ha producido
una emergencia climática. Una chica de México vive con su familia en un bunker
esperando el fin del mundo. En esos momentos recuerda su vida de estudiante de
maestría en Madrid con sus amigos Manu y Susana, y las relaciones íntimas entre
los tres. La verdad es que la vida de estudiante de Erasmus es uno de los
mejores periodos de la vida de una persona. 14) Mi nuevo yo, de Andrea Abreu,
(España, 1995). Es la única autora de la que había oído sobre una de sus obras:
“Panza de burro”. En este relato una mujer que hace una vida muy relacionada con
la alimentación natural, la comida macrobiótica, el yoga, etc, va a una clase de
biodanza. Se divorcia de su marido y se enrolla con un compañero de biodanza.
Esta nueva pareja también le deja y se queda sola con el perro del hijo lo cual
le hace reflexionar sobre su futuro. Me ha gustado. Espero leer “Panza de burro”
15) Nadie sabe lo que hace, de Camila Fabbri (Argentina, 1989). Relato cortito,
pero muy bien escrito. Una niña describe como le va a su familia en varios
momentos de su vida. Su padre pasa apuros económicos y la familia termina
mudándose a casa de su abuela. 16) El color del globo, de Dainerys Machado Vento
(Cuba, 1986). Relato humorístico de un pareja que lleva 6 meses intentado
quedarse embarazados y asiste a una fiesta de “gender reveal” de otra pareja en
Miami. Allí se producen algunos equívocos que chafaran en parte la fiesta. Es un
texto divertido. Se trata el tema de identidad de género con humor. Todo muy
moderno con hashtags y redes sociales. 17) El gesto animal, de Alejandro
Morellón (España, 1985). Relata como una vidente del tarot, de esas que salen en
televisión de madrugada, comenta la elección de la nueva Papisa Micaela
Andreina. El relato es un tanto surrealista. Más bien es un monólogo. 18) Rasgos
de Levert, de José Adiak Montoya (Nicaragua, 1987). Julien y Didiane tienen su
séptimo hijo, Levert, al que todos admiran. Se hacen peregrinaciones para poder
tocar la piel del bebé. El comandante de la Nación le coge envidia y manda
capturar a todos los bebés. Manda inicialmente a tres de sus ministros y luego a
sus soldados más bravos. La historia tiene mucho paralelismo con el nacimiento
de Jesús en Belén y su posterior persecución. Se podría calificar de realismo
mágico. 19) Días de ruina, de Aniela Rodríguez (México, 1992). Carmelo, un
pescador borracho se lleva a su hijo a la playa y allí se queda dormido mientras
dejando al bebé solo. El niño se ahoga. El borracho vuelve al pueblo y, después
del funeral, todo el pueblo le persigue y le ataca. Una historia violenta y
cruda, pero muy real. 20) Wandaja, de Estanislao Medina Huesca (Guinea
Ecuatorial, 1990). Es lo primero que leo de un autor de Guinea Ecuatorial.
Heriberto, queda con una antigua compañera de instituto, Maite, que hicieron
juntos el bachillerato en España. Tiene un encuentro sexual en un coche y la
policía guineana les descubre. Heri trata de tapar el asunto, pero la cosa se
complica. 21) Soporte vital, de Munir Hachemi, (España, 1989). La abuela de un
joven se mueve cuando estaban jugando a las cartas. Como la quieren enterrar en
su pueblo, a 60 km la llevan en una ambulancia, haciéndola pasar como que
todavía está con vida. 22) Niños perdidos, de Irene Reyes-Noguerol (España.
1997). Buen relato sobre un tema que se da más con mayor frecuencia de la que
creemos. En una casa conviven la abuela, la madre, una niña y un bebé. El padre
está ausente. La abuela encarga a la nieta que cuide de su madre a pesar de ser
una niña. Buen relato, muy intimista. 23) Cerezos sin flor, de Carlos Manuel
Álvarez (Cuba, 1989). Relato que narra la infancia de un niño cubano, que vive
en Colón. El niño tiene un fuerte nexo con su abuela que es permisiva, frente a
sus padres que son más estrictos. La abuela es la que le cuida, le prepara el
desayuno. Cuando su abuela muere siente una gran tristeza. Me ha gustado este
relato sobre las relaciones familiares. Son varios los relatos en los que
aparece una abuela como ser querido y cuya marcha deja un gran vacío. Quizá sea
porque las nuevas generaciones pasan más tiempo con los abuelos porque sus
padres trabajan. 24) Una historia del mar, de Diego Zúñiga (Chile, 1987). Relato
que narra las hazañas deportivas chilenas más importantes, pero en las que no se
llega al primer puesto del podio. Una de estas historias es la protagonizada por
un pecador de pesca submarina que representa a su país en los campeonatos
mundiales. El relato sucede durante la presidencia de Salvador Allende y el
posterior golpe de estado. Un cuento muy potente donde se muestra la épica
deportiva y la crueldad de la dictadura. 25) Oda a Cristina Morales, de Cristina
Morales (España, 1985). Es un artículo de opinión en el que se ensalza a las
mujeres que practican artes marciales y deportes de contacto como el kickboxing.
En ensalzamiento de estas mujeres va acompañado de una crítica feroz a los
periodistas deportivos por sus comentarios o preguntas machistas. Cristina
Morales les da de lo lindo, y no se libra ni el tato, aunque sean periodistas
conocidos y carismáticos. Me ha sorprendido este texto. Se exagera mucho con la
ideología de género. Después de comentar cada relato de forma individual tengo
que decir que la lectura de este libro ha sido muy satisfactoria. Me ha
permitido conocer autores que no conocía y que ya tienen publicadas novelas y
libros de relatos.
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